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jueves, 3 de enero de 2013

LOS PROPÓSITOS PARA AÑO NUEVO ¡¡¡Algunas habichuelas mágicas al alcance de todos para lograr nuestros propósitos este año que empieza!!!


Empezando el año, me encontré con que muchos hicieron su balance de año viejo y definieron sus propósitos para este año que empezó.

Propósitos que van desde tocar un instrumento, adelgazar, conseguir un nuevo empleo, una pareja estable, viajar más, estudiar algo interesante, vivir más felices, conseguir más dinero, poder compartir más tiempo con sus hijos, expresarse mejor, entre otra cantidad de intenciones de año nuevo que se podrían listar.

Es posible notar al entablar conversaciones en el ascensor, pasillos, en el medio de transporte que se esté usando, en la oficina o en la casa, que hay personas que logran lo que se proponen y otras que no, que a veces hay propósitos que nos parecen lejanos y otros muy fáciles, y en ocasiones pues simplemente se quiere más de lo mismo del año anterior. Y que pensar en esto nos puede poner felices, deprimir, aburrirnos o entusiasmarnos.

En fin, todo esto me hizo pensar que somos seres humanos tan similares en nuestras capacidades y tan distintos en lo que hacemos, en nuestros deseos, gustos o intereses y que hay personas muy inteligentes y exitosas que logran sus propósitos. Pero ¿cómo lo hacen? ¿Será que son más inteligentes que los demás, más comprometidos o poseen habilidades muy especiales que los hacen ser exitosos?

Entonces recordé aquella teoría de las inteligencias múltiples de Gardner, desde la cual se ha planteado hasta el momento más de ocho tipos de inteligencia: inteligencia lingüística – verbal, física –cenestésica, lógica-matemática, espacial, musical, interpersonal, intrapersonal y naturalista. Y en la medida que avanzan los estudios se identifican nuevas inteligencias: espiritualista, digital, entre otras, llegando a descubrir que estas funcionan de manera individual o interconectada entre sí.


Existe en la actualidad el consenso de que la inteligencia no es algo innato y fijo que posea el ser humano, sino que se desarrolla, evolucionando con cada persona y potenciándose cuando se crece o vive en un medio con las condiciones necesarias o adecuadas para que esto suceda. Así que todos los seres humanos son igualmente inteligentes.

Entonces la diferencia entre lograr o no lograr los propósitos parece no estar en lo que estas personas exitosas son sino en lo que están haciendo para lograr esos propósitos.

He encontrado un libro de Humberto Maturana (Del Ser al Hacer, los orígenes de la biología del conocer, 2004) que puede ayudar a resolver mejor esta duda, para lo cual les voy a compartir un extracto de su libro:

“Todos los seres humanos somos inteligentes, Pero esta inteligencia se manifiesta en la capacidad
de variar la propia conducta en un mundo cambiante: “Cada vez que uno califica como inteligente a un ser vivo, en realidad está diciendo que está transformando su actuar de manera adecuada. Como seres humanos poseemos una plasticidad del actuar tan gigantesca, que hace que todos seamos seres vivos igualmente inteligentes.

Por supuesto que hay diferentes experiencias y preferencias, intereses y también habilidades, eso es cierto, pero cada persona, si es que lo desea, es capaz de aprender lo que otro pudo aprender.

No todos llegarán a ser un Albert Einstein, pero todo el que quiera hacerlo, puede aprender lo que Albert Einstein aprendió y enseñó. Por supuesto que no tomará el mismo camino que Albert Einstein, tampoco inventará los mismos conceptos y teorías, porque esto presupondría vivir en el mismo entorno y tener experiencias idénticas. Y por supuesto que una persona que ha elegido una forma de vida y un camino profesional, se autolimitará en sus habilidades restantes. Si quiero hacer carrera como fisioculturista, me concentraré en ciertas exigencias, sin siquiera considerar otras. Pero esto no significa que este fisioculturista que se ha decidido por una forma de existencia bien determinada, carezca de una inteligencia fundamentalmente dada.”

Pero entonces, ¿cómo se explica que estas personas iguales en inteligencia no sean todas igualmente exitosas? Y es más que si se les aplicara muchos de los test que circulan para medir inteligencia no serían tan sobresalientes.


Maturana nos dice que lo que miden los tests de inteligencia y lo que se prueba, es el grado de inclusión en una cultura. Son las emociones lo que determinan si, o en qué grado, uno es capaz de utilizar sus propias capacidades y su inteligencia fundamental. La emoción de cada momento es lo que modula decisivamente la conducta inteligente. Quizás alguien simplemente no puede concentrarse porque tiene miedo; en todo caso se conducirá de otra forma que alguien que está deprimido o que derechamente está aburrido y tiene otros intereses. Y por último, toda una gama de predilecciones y habilidades resulta de la situación especial de cómo uno se crió. ¿Fue amado como niño? ¿Lo tomaron en cuenta? ¿Tuvo alimento suficiente? La inteligencia no se entiende como una actividad determinada, sino como una capacidad general para moverse con flexibilidad y plasticidad interior en un mundo cambiante.”
Así que para este año nuevo podemos pasar de preguntarnos por qué no logramos lo que nos proponemos a preguntarnos qué estamos haciendo y con qué emociones están cargados nuestros pensamientos, si somos optimistas o temerosos y negativos.

Si creen en agüeros, menjurjes y todas las demás ocurrencias para lograr su lista de propósitos en año nuevo, pues aquí les llega otra receta asequible para todos:


Más esfuerzo por resolver los obstáculos para acercarse a lo que desean
+
educarse emocionalmente para ser más positivos y entusiastas
=
más éxito.

Estás son tal vez desde mi perspectiva las dos fuerzas más poderosas después de una visión clara de lo que se quiere y de la responsabilidad para conseguir nuestros propósitos. Este es un Secreto a toda voz para dirigir sus vidas hacia un éxito sostenido y que realmente les llene de satisfacciones y felicidad.

No duden del poder de las emociones que dan y reciben para conseguir sus propósitos este año 2013 y todos los años que vengan. No las dejen de lado. Maturana dice que “sin duda existe la experiencia de que uno se esfuerza y agota por entender o lograr algo, y a pesar de eso no hay caso. Si este es el caso y usted tiene que esforzarse y agotarse, podría ser una señal que en el fondo se está aburriendo. Y en realidad, por qué habría de ocuparme de ciertos temas? ¿Solamente para demostrarle a alguien que soy inteligente? ¿Para qué otros fines podrían servir los conocimientos que estoy adquiriendo con ese fin? Si estas son las preguntas que le mueven, quizás sea hora de internarse en un ámbito que realmente le interese y donde le guste actuar con la atención correspondiente. Pero también es pensable que esté bloqueado por miedo. Un ejemplo: un niño puede temer el castigo del profesor, y apenas pisar la escuela es torturado por el miedo al fracaso. Si ese es el caso, entonces amor, respeto y confianza serán lo que le ayudará” para conseguir sus propósitos para este año.

Escrito por : Pilar V.

lunes, 6 de febrero de 2012

¿PROACTIVO O REACTIVO, QUÉ TANTO LO ERES TÚ?
Constantemente escuchamos de lo valiosa que resulta la proactividad, pero en general son muchas las personas que no entienden que significa.

Una persona proactiva es quien se levanta cada mañana dispuesta a hacer que pasen las cosas, a crear oportunidades y a encontrar nuevas soluciones.

La esencia de la persona proactiva es la capacidad de liderar, de tomar la iniciativa en su propia vida. Al margen de lo que pase a su alrededor, la persona proactiva decide cómo quiere reaccionar ante estos estímulos y centra sus esfuerzos en su círculo de influencia, es decir, se dedica a aquellas cosas con respecto a las cuales puede hacer algo y consiguen resultados porque no viven echando la culpa a agentes externos o a la presión del medio, no se quedan solo allí conformes.

Sentarse y esperar a que los demás hagan que sucedan las cosas es típico en una persona reactiva.  Estas personas suelen comportarse como una avestruz - escondiendo la cabeza bajo tierra- o como un bombero - esperando a que se declare fuego para ir a combatirlo.

Constantemente escuchamos ejemplos de personas proactivas: Víctor Frank al salir del campo de concentración y perdonar a sus captores, Mandela quien dio la mano a sus carceleros, Jesús en la cruz al perdonar a todos.

¿Qué tan proactivo eres?

Te has preguntado con qué frecuencia te dejas dominar por la reacción, por la pereza, por la comodidad? La proactividad no se dice, se vive.  Y no siempre son grandes cosas, a veces es algo tan sencillo como: no hice porque no me llamaron, no hice porque se me quedó, no hice porque me botaron el papel, no hice porque me quedé dormido, no hice porque "me da una piedra", en fin muchísimas más razones para no hacer las cosas.  Y si se pone sobre una balanza, ¿qué nos dan estas excusas para no hacer? ¿Nos están aportando algo de valor?, cada uno sabrá la respuesta.

No nos engañemos atribuyendo la responsabilidad de nuestros problemas únicamente a los agentes externos o a la presión del medio. Tenemos la responsabilidad de escoger nuestras propias respuestas ante lo que nos ocurre y de dirigir la acción de una manera inteligente.

Por: Pilar V.

viernes, 28 de mayo de 2010

HAY UNA SOLUCION ESPIRITUAL PARA CADA PROBLEMA

“Nuestra verdadera vida es cuando estamos despiertos en nuestros sueños”

La energía para crear lo que queremos está en nuestros pensamientos.
Los seres humanos estamos inmersos en los problemas, todo el tiempo nos la pasamos quejándonos de todo lo malo que nos sucede, y muchas veces de aquello que nos puede suceder, sin nisiquiera ser realidad.

Se nos ha convertido en un discurso constante el ver la vida llena de dificultades y sueños inalcanzables, nos hemos limitado a vivir de acuerdo a lo que consideramos “nos ha tocado”, pero esa forma de vivir muchas veces no proviene de nosotros mismos, sino de lo que nos han enseñado “debe ser”, lo que “nos correspondió”.

Pero porque no pensar de manera más trascendental? Tenemos la capacidad de hacerlo, de reflexionar, levantar nuestra mirada y darnos cuenta de que tenemos libertad para hacer de nuestra vida algo mucho mejor, no es fácil, pero yo puedo decidir que pienso y que camino quiero tomar, no ser lo que todos me dicen que tengo que ser.

La cuestión no es volverse un rebelde sin causa, pero un poco de rebeldía no está mal, pues nos lleva a replantearnos realidades y a intentar vivir la vida que nos hemos imaginado.

Muchos audios, libros y autores de superación nos dicen algo parecido, que tengamos un pensamiento positivo todo el tiempo, y definitivamente, la mente humana es tan poderosa que nuestro pensamiento puede crear o destruir.

Pero, este tema me tocó mucho, porque se remite más a nuestra espiritualidad y no se está hablando de religión, podemos asistir a una iglesia y sentirnos vacíos.

“Lo que somos es lo que hay en el corazón”, Shakespeare dijo “Ve a tu pecho, llama y preguntare a tu corazón que sabe”.

El tema es que a veces nos llenamos de problemas y somos quejumbrosos y muchas soluciones están en nuestro corazón, en nosotros mismos. No se puede obviar que hay problemas económicos, familiares, de trabajo, en fin, cosas que son reales, pero como lo explican en una anécdota, si hoy nos dieran un golpe en la cabeza y se nos olvidara todo, tendríamos problemas? No, tendríamos una vida simple; lo que nos explica que los problemas están en nuestra cabeza porque así lo queremos.

A muchos nos puede chocar esto, porque toda la vida hemos vivido de esta manera, como es posible? Si los problemas que tenemos son reales, latentes, pero la verdad es que nos hemos acostumbrado a echarle la culpa de nuestra inconformidad con nuestra vida y a lo que no hemos logrado tener a “los problemas”.

Pero tratando de encontrar la raíz de tantos problemas humanos, nos damos cuenta de que el ego está muy inmerso allí, el ser humano ´piensa que está separado del mundo, soy lo que soy y estoy separado del resto de personas, vivimos en este planeta, pero nos encontramos separados de él, vamos a la iglesia, pero nos encontramos separados de Dios.

El gran problema es que el ser humano cree que está separado de su fuente, nos hemos vuelto tan egoístas que nos matamos entre nosotros mismos, destruimos nuestro planeta, y aunque hablamos muchísimo de Dios , no estamos realmente unidos a él.

Todo el tiempo estamos pensando en cosas negativas, si hiciéramos un ejercicio y pudiéramos anotar la mayoría de nuestros pensamientos diarios, que son demasiados, nos daríamos cuenta de que todo el tiempo creamos cosas negativas, pensamos más en lo que no nos gusta y si dedicamos nuestros pensamientos a cosas negativas será así.

No es fácil, pero si tenemos conciencia de esto, podemos empezar a cambiar nuestra manera de afrontar la vida, hay cosas que no manejamos, la muerte de un ser querido, un accidente inesperado, pero si podemos decidir cómo afrontamos las situaciones y empezar a direccionar nuestros pensamientos de manera positiva.

Desarrollar y fortalecer nuestra espiritualidad nos proporciona bases fuertes para tener pensamientos positivos, para ver la vida desde otra perspectiva; y la cuestión no es ser budista, sino ser como buda, no ser cristiano sino ser como Jesús, en fin, la idea no va encaminada a que todos nos volvamos profetas, la idea es poner en práctica estos principios fundamentales y universales, como el amor, la paciencia, la tranquilidad, la meditación, el perdón, la alegría.

Vivir una vida espiritual nos lleva a conectarnos a los otros y al mundo. Y cuando nos sentimos conectados los unos a los otros empezamos a actuar en consecuencia, ya no se nos hace invisible el sufrimiento ajeno, nuestra generosidad y bondad sale a flote, perdonamos más fácil y nos quitamos esa carga del resentimiento, cuidamos nuestro entorno, somos más tolerantes y nos respetamos, respetamos la naturaleza, a los animales y nuestros “problemas” empiezan a disminuir o desvanecerse.

Po ultimo esta oración de San Francisco de Asís, la he leído muchas veces, pero no había comprendido el gran significado que tiene, tal vez debamos hacer un alto en el camino y pensar en cada palabra profundamente, a mí me llevó a comprender, que depende de nosotros estar en paz con nosotros mismos y con los demás, son nuestras actitudes y nuestros pensamientos, que deben estar cargados de amor, lo que nos lleva a vivir de una manera diferente, a sentirnos plenos y felices con nuestra vida.

Oh, Señor, hazme un instrumento de Tu Paz.
Donde hay odio, que lleve yo el Amor.
Donde haya ofensa, que lleve yo el Perdón.
Donde haya discordia, que lleve yo la Unión.
Donde haya duda, que lleve yo la Fe.
Donde haya error, que lleve yo la Verdad.
Donde haya desesperación, que lleve yo la Alegría.
Donde haya tinieblas, que lleve yo la Luz.
Oh, Maestro, haced que yo no busque tanto ser consolado, sino consolar;
ser comprendido, sino comprender;
ser amado, como amar.
Porque es:
Dando, que se recibe;
Perdonando, que se es perdonado;
Muriendo, que se resucita a la
Vida Eterna.

Carolina Velásquez Giraldo.

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