Nos encontramos con este interesante artículo de la BBC Mundo que nos
gustaría compartir con todos nuestros lectores. Este artículo da ingeniosas
ideas sobre como gestionar mejor nuestras organizaciones:
"La
naturaleza puede enseñar a las empresas a innovar.
La década de la volatilidad, de la creación destructiva y la
transformación; así se ha llamado a la década en la que estamos viviendo, dijo
a BBC Mundo, Denise DeLuca, experta en biomimética o biomimesis, la búsqueda de
soluciones inspiradas en la naturaleza.
DeLuca integra la red de profesionales llamada Biomimética para
Innovaciones Creativas, o BCI por sus siglas en inglés, impulsó el blog sobre
biomimética y empresas en el sitio del Jardín Botánico de Londres y enseña
cursos de liderazgo en los que una parte esencial es aprender a observar la
naturaleza.
La analista basada en Seattle, Estados Unidos, asegura que
"enfrentamos simultáneamente limitaciones en recursos como agua y
petróleo, tecnologías transformadoras, cambio climático, inestabilidad económica
y conmociones políticas".
Para la transición a una era de sostenibilidad "no podemos
enfrentar estos cambios con modificaciones incrementales según enfoques
tradicionales".
DeLuca compartió con BBC Mundo cinco ejemplos de qué pueden aprender las
organizaciones y empresas de la naturaleza:
- Funcionar como un
ecosistema sin jerarquías.
- Alentar la
cocreatividad.
- No mirar tanto al
pasado y enfocarse en resultados positivos.
- Enfrentar los
fracasos.
- Aprender a
observar la naturaleza.
FUNCIONAR COMO UN ECOSISTEMA SIN JERARQUÍAS:
Las organizaciones jerárquicas o top-down tradicionales funcionan bien
cuando deben tomarse acciones urgentes y decisivas, ante situaciones cambiantes
en las que no todos tienen acceso a la información pero deben responder como un
grupo coordinado. Los tres ejemplos clásicos son los militares, los servicios
de emergencia y los equipos deportivos.
Este enfoque jerárquico funcionó cuando las tecnologías de comunicación
eran limitadas y los cambios eran más lentos y predecibles. Pero las
organizaciones top down controlan el flujo de información y los recursos de
forma que inhiben la polinización cruzada y paralizan las ideas nuevas. Son
incapaces de optmizar la diversidad, riqueza y carácter único de los individuos.
La alternativa es una empresa que funciona más como un ecosistema.
En una cadena productiva por ejemplo, materia prima, manufactura,
transporte, venta, el enfoque tradicional es que el consumidor sólo interactúa
con el último eslabón. Pero si pensamos en sistemas, esa cadena se vuelve una
red dinámica, en la que todos los participantes se comunican e intercambian
ideas en forma libre. Estamos comenzando a ver esto en el llamado "open
sourcing", en el que las compañías piden directamente a los consumidores
soluciones e ideas.
¿Cómo podemos aprender a pensar en sistemas? Si observamos cómo
funcionan los ecosistemas en la naturaleza podemos aplicar lo que aprendemos
para crear organizaciones sostenibles, dinámicas, adaptables y con capacidad de
respuesta.
Los árboles, por ejemplo, se benefician de compartir recursos, como el
mycelium. Si un árbol sufre alguna carencia, el micelium puede tomar recursos
de un individuo sano y llevarlos al enfermo, mejorando la saludo de todo el
bosque.
En la naturaleza vemos además casos de "heterarquías", como
las formaciones en V en el vuelo de los gansos, en las que siempre hay un
líder, pero ningún individuo puede cumplir ese rol efectivamente todo el
tiempo. El individuo apropiado lidera de acuerdo a las circunstancias.
ALENTAR LA COCREATIVIDAD:
Las empresas convencionales están basadas en la competencia y en ellas
todos los protagonistas asumen que compiten con los otros y que si alguien gana
otros pierden.
El siguiente paso es la colaboración, cuando los recursos individuales
son aplicados en forma combinada para lograr resultados que sería imposible
obtener en forma individual. Más allá de la colaboración tenemos la cocreación,
cuando los individuos exploran, buscan, y comparten ideas en un ambiente de
desafíos pero también de confianza, obteniendo resultados que van más allá de
la gloria de un individuo para crear ideas nuevas y radicales.
La cocreatividad es un proceso que emerge. Sabemos que hemos logrado
cocreatividad cuando nadie en el grupo puede recordar o identificar de quien
fue la idea en un principio, y a nadie le importa saberlo.
Un ejemplo de cocreatividad en la naturaleza es la coevolución, en que
dos organismos se adaptan continuamente uno al otro. El liquen es una simbiosis
o sinergia perfecta entre los hongos y las algas. Juntos lograr lo que ninguno
podría lograr por separado y colonizan medios hostiles con pocos nutrientes
como zonas polares y desérticas.
NO MIRAR TANTO AL PASADO Y ENFOCARSE EN RESULTADOS POSITIVOS:
Para la mayoría de los seres humanos pensar en la incertidumbre puede
ser difícil emocional y físicamente. Los problemas están en el mundo de lo
conocido, pero las respuestas creativas en el mundo de lo desconocido. Las personas
tienden a evitar lo desconocido y a enfocarse en los problemas. ¿A cuántas
reuniones hemos asistido en las que casi toda la energía está dedicada a
debatir las dificultades, lo que no funciona y quién tiene la culpa?
Pero en la naturaleza cuando surge un problema, los organismos no se
enfocan en analizar el problema. Si hay poca lluvia, una planta no trata de
determinar cuando fue el ultimo día que llovió o qué sucederá si no llueve
pronto. La planta, en cambio, toma acciones en diferentes frentes para buscar
más agua y protegerse, extendiendo sus raíces, reduciendo su consume o
retardando la reproducción.
La planta continuamente explora posibles caminos enfocándose en la
búsqueda de resultados positivos.
Los seres humanos podríamos aprender del mundo natural dedicando menos
de nuestros recursos limitados a analizar los problemas, optando en cambio por
explorar, visualizar y tomar acciones hacia resultados positvos.
A menudo, además, limitamos nuestra visión a lo que creemos que podemos
lograr en lugar de explorar lo que realmente queremos. Podemos enfrentar la
incomodidad que genera lo desconocido con una visión clara de qué es lo
realmente bueno que buscamos.
ENFRENTAR LOS FRACASOS:
La naturaleza avanza por ensayo y error, en forma exploratoria, curiosa,
colaborativa y sinérgica.
En la evolución la naturaleza acepta un enorme porcentaje de fracaso.
99.9% del total de las especies que existieron en el pasado no sobreviven hoy.
Las mutaciones constantemente están ocurriendo y muchas de ellas no acaban en
éxitos.
La creatividad y la innovación requieren formas de mirar nuestros
diseños y creaciones en formas nuevas. Alentar "mutaciones", aunque
muchas de ellas no tengan éxito, sabiendo que podemos descartar rápidamente las
que no se relacionen con la meta deseada, puede resultar en ideas mucho más
creativas que restringirse de antemano a las ideas que en un comienzo parecen
tener más posibilidades de tener buenos resultados.
APRENDER A OBSERVAR LA NATURALEZA.
Los seres humanos evolucionaron viviendo en contacto con la naturaleza.
Es solo en los últimos 100 años que hemos vivido primariamente entre cuatro
paredes.
En el medio natural nuestro cuerpo y nuestra mente son tanto calmados
como estimulados y reecontramos nuestra natural biofilia o amor profundo por la
naturaleza. No debemos olvidar que somos parte de la naturaleza, que es una
maestra paciente si estamos dispuestos a aprender.
El primer paso es salir afuera y el siguiente es preguntarnos cómo la
naturaleza resuelve cualquier desafío que se le presenta.
En nuestros cursos exploramos distintos materiales naturales y
estrategias. Identificamos funciones específicas que intentamos cumplir y nos
preguntamos cómo la naturaleza logra cumplirlas. Una vez que descubrimos una
estrategia en la naturaleza tratamos de emularla en nuestra propia situación,
una y otra vez.
Un gran ejemplo es la empresa InterfaceFlor, que quería hacer alfombras
más sostenibles, ya que en muchos casos por una pequeña parte dañada se cambia
la cobertura de toda una habitación. Salieron a observar y se preguntaron,
¿cómo crea coberturas la naturaleza? Vieron que las hojas de los árboles en el
suelo del bosque, cada vez que son sopladas por el viento, caen en una
configuración única y diferente, pero que mantiene un estilo general.
Así que crearon una alfombra en la que los segmentos pueden reemplazarse
en orientaciones diferentes sin alterar el diseño general. Y este es uno de sus
productos más vendidos."
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