viernes, 30 de abril de 2010


CARLOS CUAUHTEMOC.

Decidí investigar un poco más sobre este autor, para muchos de sus detractores es un moralista conservador, cuyo éxito se fundamenta en las carencias educacionales de la sociedad.

Pero, a mí en particular me gusta, el hablar de valores familiares, sociales y humanos no debería ser tema de polémica, como lo dice Cuauhtémoc, nos hemos acostumbrado tanto a lo malo, con la excusa de que debemos respetar al otro, que simplemente cerramos los ojos y nos permitimos vivir así y peor aún que nuestros jóvenes crezcan sin ningún tipo de fundamentos en valores.

En cuanto al tema de Calidad humana que trata este autor, se refiere a la trascendencia que tienen nuestras relaciones con otras personas, todos nos relacionamos de diferentes maneras, pero la verdad es que pocas veces nos sentamos a pensar si lo hacemos adecuadamente, a muchos les puede molestar escuchar lo que dice este escritor, porque somos tan egoístas que nos creemos el centro del mundo, pero la verdad es que somos seres humanos, lo que pasa es que desafortunadamente nos hemos acostumbrado a maltratarnos entre nosotros mismos, a comunicarnos de manera grosera, a tratar mal a aquellos a quienes consideramos “inferiores” a nosotros.

“Cuanto más valioso es un individuo, más sencillo es”, es una persona de trato noble y sencillo, no se le hace difícil jugar con los niños, conversar con ancianos o con personas marginadas, estamos tan equivocados, hemos degradado tanto a nuestra propia especie, que ya ni reconocemos que este tipo de comportamiento afecta a la sociedad.

Estas últimas semanas he tenido la oportunidad de visitar una fundación en donde capacitan a jóvenes que salen después de estar años en hogares de protección , como el ICBF, normalmente no tienen ningún lazo familiar, nadie que vele por ellos, como sociedad tendemos a ser muy prejuiciosos y estigmatizarlos, pero me agradó muchísimo observar un grupo y poder compartir una conversación con varios de ellos, en particular con uno, que está estudiando diseño de joyas y tiene muchísimas ganas de salir adelante, fue tan amable y respetuoso al hablar conmigo que me sentí supremamente cómoda y me hizo reconocer que todos somos seres humanos, que merecemos respeto y oportunidades.

Para que éxito, dinero, cosas materiales, sino tenemos con quien compartirlos, me puedo sentir muy feliz por un logro alcanzado, pero no será completo sino tengo a quien contárselo.

Me llama la atención la siguiente frase de este autor “Hay personas de última categoría, con puestos de primera”, que no respetan a sus empleados, que se aprovechan de su poder y humillan a otros; Pero parecen no interesarse por esto, de lo que no se han percatado es de que todo lo que nos causa mayor alegría o dicha tiene que ver con la gente, para qué ser dueño de isla una paradisiaca, sino tenemos con quien disfrutarla de verdad.

Cómo podemos medir nuestra calidad humana?, bueno, podemos hacer una pausa y analizarnos, si estamos enemistados con mucha gente, si nos vemos inmiscuidos en muchos bochinches, conflictos, en fin, evaluar que tan sanas son nuestras relaciones. Promulgamos lo buenos que somos? Pero de verdad somos personas confiables? La gente nos puede hablar sin que hagamos de todo un chisme? Podemos guardar secretos íntimos de alguien que nos los contó? Somos personas positivas? O todo el tiempo nos estamos quejando?

El mundo está lleno de jactanciosos, pero son los hechos los que hablan de verdad, un hombre puede decir que es una excelente persona, pero hay una manera de darse cuenta, preguntándole a su esposa, habla de lo bueno que es, pero trata con amor a su esposa? Es respetuoso con ella?, se que cuando leemos estas líneas, a muchos les puede llegar el mensaje, otros simplemente enojarse y promulgar que son tonterías, tal vez para no aceptar que no son cálidos y que podrían esforzarse para cambiar y mejorar su trato con las personas, pero pensamos que no es fácil , nos ponemos mascaras y levantamos muros para no tratarnos bien, se ha hecho más fácil maltratar, a qué hora aceptamos esto como sociedad? A qué hora permitimos que a un niño lo agredan y lo maltraten y pasamos por encima todos los días, al verlos en los semáforos, en las calles, y se nos convirtieron en personajes “invisibles” que para muchos no valen nada.

Otro tema del que habla Cuauhtémoc es del código de honor, no entendía a que se refería, pero me di cuenta que en este momento en la sociedad no existe, los valores se han ido perdiendo, lo vemos a diario, los alumnos amenazan a los maestros, la sexualidad en los adolescentes es irresponsable, la droga se ha convertido en un problema, hay epidemias de sida entre los jóvenes, en fin, la televisión y los amigos tienen en este momento más influencia en un joven que los propios padres.

Pero nos tildan de “moralistas” a quienes hablamos de esto, la cuestión no es quejarse y ya, es actuar, ver donde están los problemas y como sociedad tratar de solucionarlos de manera conjunta, pero las personas nos acostumbramos a todo, como la casa que huele mal, después de un rato ya nos huele a nada, en las familias, cuando el esposo maltrata o grita la primera vez, la esposa puede sorprenderse, pero con el tiempo se va resignando y acostumbrándose.

En Colombia, aunque nos duela decirlo, nos hemos acostumbrado al secuestro, a los ataques de la guerrilla, es cierto, dejamos que formen un circo de gente que esta privada de la libertad y es totalmente inhumano.

Pero no todo está perdido, podemos rescatar nuestros valores, promulgar la libertad y la tolerancia , pero respetándonos, somos diferentes, socialmente, culturalmente, pero si nos desnudaran y nos pusieran en las mismas condiciones y debiéramos ayudarnos para salir de una situación, que tanta “diferencia” hay, si ya no seriamos ni ricos, ni pobres, ni importaría el color, o la religión, somos nosotros quienes hemos creado esta estigmatización social , para aquellos quienes creemos en Dios, Jesús, no habló de salvar solo a un grupo por sus condiciones sociales o económicas, que derecho tenemos de tratar mal a otros? De verdad ganamos con esto?

Yo aún no tengo hijos, y aunque estoy joven, me aterra ver como nuestros adolescentes son como robots autómatas, hacen lo que les dicen, la realidad que ven es solo la de los medios, se valoran por su ropa, por sus cosas materiales, no saben quiénes son, se han convertido en fotocopias, pero de mala calidad, entran a estudiar una carrera, porque es lo que les dicen, pero son seres humanos, inteligentes, con capacidad de pensar, de hacerse responsables por sus actos, y la responsabilidad de la sociedad, de los padres, ahora se limita a alimentarlos, pagar colegios y sus fundamentos morales y éticos se lo dejamos a la televisión y a los amigos que andan también perdidos.

Pienso que estos temas hay que tratarlos, cada uno tendrá su propio punto de vista, pero es un comienzo y es innegable que como seres humanos somos más felices, viviendo en paz, comunicándonos bien, valorándonos, entonces cual es el gran problema, no importa como lo presenten, la idea es que podamos convivir en armonía.

Carolina Velásquez Giraldo

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