Quiero empezar por su gran capacidad como orador para hacerse entender y mantener nuestra atención. Y esto lo logra a través del uso de metáforas, historias, humor y una voz con la que juega mucho. Esto me ha servido para todo el proceso que estoy empezando de practicar y practicar para comunicarme mejor.
Cornejo también habla de aprender, re aprender desaprender. La vida no se trata de hacer una de estas tres acciones, sino de estar moviéndonos en ellas, sin olvidarnos de lo que aprendamos en el camino para no volver a cometer los mismos errores, porque si es así, no nos sirve de nada. La vida está cargada de enseñanzas y nosotros debemos convertirnos en gestionadores y receptores de ellas.
De allí es que viene el cambio para llegar a la excelencia. Y en sus conferencias nos hace ver que todo esto se basa en principios que sirven desde la vida personal hasta organizacional o empresarial. Y justamente en esto radica el “truco”, en que si queremos cambios en grupos de personas (empresas, equipos de trabajo, familia), debemos trabajar justamente en las personas, no solo de afuera hacia adentro sino de adentro hacia afuera. Cada uno de los puntos que trata Cornejo se pueden implementar tanto en la vida personal como en la empresarial.
El conformismo o la mediocridad también entra a jugar un papel muy importante en las conferencias de Cornejo, ya que constantemente nos repite que si nos conformamos con el mínimo nunca vamos a ponernos como meta la excelencia, siempre vamos a acusar a los demás o a las circunstancias de nuestros fracasos o inconvenientes y no vamos a emprender cambios.


Constantemente Cornejo recalca que uno de los principales problemas actuales es la falla en la comunicación. Muchas veces las organizaciones o familias están dirigidas por una persona que en muy pocas ocasiones toma en cuenta los puntos de vista de los demás y que vive enfrascada en sus labores. Resalta la importancia de la sinergia y la vitalidad del trabajo en equipo. En todos los grupos humanos, debe haber líderes que sean capaces de unir fuerzas y conformar equipos donde cada uno de sus integrantes sea su líder interior y aunque trabajen cada uno en sus tareas, sean capaces de tener como objetivo el bien común.
Por eso debemos trabajar en un cambio de actitud que debe empezar a nivel personal y ser un compromiso de cada persona, desde el momento en que nos levantamos hasta cuando terminamos nuestras labores a nivel personal y laboral. Somos muy dados a “tener” que trabajar en lo que nos “toca” y allí nace el primer error porque como dice Cornejo tenemos cambiar la mentalidad de “tener que hacer las cosas por querer hacerlas” imprimirle un poco de amor a lo que hacemos y de esta manera fluirán mejor.
Hay que trabajar con amor diariamente durante todo el año, y durante toda nuestra vida y motivados, porque los motivos son el timón de la voluntad.

El cambio es interno, si nosotros cambiamos, nuestro alrededor debe sufrir algún cambio. Lo importante es no dejar de hacer lo que amamos y realmente disfrutamos, porque esto hace más liviano todo lo demás. La costumbre no nos deja ver nuestras oportunidades.
La calidad y la excelencia deben ser siempre nuestra opción, nuestra única opción y hacerlo con ética, siempre sin alejarnos de nuestros principios, porque esto es alejarnos del universo y todo lo que tiene para nosotros.
Con el día a día nos volvemos mecánicos y no pensamos que todo el tiempo estamos interactuando con personas, los valores también juegan un lugar muy importante en este cambio que debemos dar en nuestro pensamiento, nuestra sociedad está pletórica de personas y organizaciones que pasan por encima de las demás para lograr sus objetivos, en la competencia es donde menos éticos somos, debemos cambiar ese pensamiento egoísta de primero yo y segundo yo, por hacer las cosas lo mejor que podamos pero siempre respetando a los demás.
Desde mi percepción, Cornejo está más enfocado a las organizaciones. Pero en sus enseñanzas nos muestra que se trata de transformar las organizaciones a través de desarrollar integralmente a las personas y valorarlas. Y por eso todo lo que he escuchado de este autor, me sirve tanto para mi vida personal como para todos mis proyectos. La vida no se trata sólo de líderes que persuadan a otros, sino de personas líderes de su propia vida, sin importar si se es un joven, un ama de casa, un operario, un alto ejecutivo o un gran empresario.
La calidad y la excelencia deben ser siempre nuestra opción, nuestra única opción y hacerlo con ética, siempre sin alejarnos de nuestros principios, porque esto es alejarnos del universo y todo lo que tiene para nosotros.
Con el día a día nos volvemos mecánicos y no pensamos que todo el tiempo estamos interactuando con personas, los valores también juegan un lugar muy importante en este cambio que debemos dar en nuestro pensamiento, nuestra sociedad está pletórica de personas y organizaciones que pasan por encima de las demás para lograr sus objetivos, en la competencia es donde menos éticos somos, debemos cambiar ese pensamiento egoísta de primero yo y segundo yo, por hacer las cosas lo mejor que podamos pero siempre respetando a los demás.
Desde mi percepción, Cornejo está más enfocado a las organizaciones. Pero en sus enseñanzas nos muestra que se trata de transformar las organizaciones a través de desarrollar integralmente a las personas y valorarlas. Y por eso todo lo que he escuchado de este autor, me sirve tanto para mi vida personal como para todos mis proyectos. La vida no se trata sólo de líderes que persuadan a otros, sino de personas líderes de su propia vida, sin importar si se es un joven, un ama de casa, un operario, un alto ejecutivo o un gran empresario.
Pilar V.
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