¿QUÉ QUIERES SER CUANDO SEAS GRANDE…?

¿Qué quieres ser cuando seas grande?, nos preguntan los adultos cuando somos niños, “Hay que prepararse para ser alguien en la vida”, solemos escuchar cuando transcurren los años, la vida…“Quiero ser médico, quiero ser bombero, quiero ser policía, quiero ser ingeniero…quiero, quiero, quiero y quiero…” haciendo alusión a las profesiones u ocupaciones que queremos hacer; así suenan muchas respuestas incluso a la vez, entre los elogios, asombroso, dudas, desilusiones, motivaciones o indiferencia de la adultez, ya sea porque lo que se dijo inocentemente desde la voz de la infancia se acerca a sus expectativas o difiere de aquellas.

¿Pero realmente los niños, niñas y adolescentes están respondiendo lo que quieren ser? Me embarga esa duda, pero sobretodo la siguiente ¿Realmente los estamos orientando a preguntarse y responderse a sí mismos qué quieren ser, antes de querer sentirnos satisfechos por sus respuestas?.

¿Y acaso no somos ya alguien!!!!!? Gritan los silencios o las sin respuestas de ellos cuando nos dicen “todavía no sé qué quiero ser”, como si acaso su ser no fuese, no existiese aún, no valiera ya, justo en el ahora.

Considero que desde antes de nacer, nuestro ser es restringido simbólica y factualmente al hacer y que por tanto la popular frase “Hay que prepararse para ser alguien en la vida” se limita a la educación formal, a lo académico, al hacer un trabajo que ante otros nos defina como “alguien”, y es que antes y después de nuestros estudios y/u ocupaciones, antes de aprender a para el hacer, ya somos seres en aprendizaje a través de las palabras, las miradas, las conductas y actitudes de otros, los silencios compartidos, en fin, las relaciones que nos rodean y el medio de vida en el que estamos insertos. Entonces, ¿No sería mejor primero definirnos para nosotros mismos lo que es nuestros ser y lo que queremos ser¿, pues las personas cuando terminan su hacer, cuando salen del trabajo, mientras duermen, cuando pasan los fines de semana o vacaciones, cuando ya no trabajan o aún no lo hacen, son, simplemente somos un ser sumergidos en el hacer.

Allí es cuando me pregunto y quizás muchos niños, niñas y jóvenes se pregunten ¿Es que ahora no soy alguien en la vida?, ¿Es que antes cuando fui niña no fui alguien en la vida? y por último ¿Es que los niños, niñas y jóvenes no son alguien en la vida?

Como me angustian esas palabras que les solemos decir a aquellos seres maravillosos, a esos niños, niñas y jóvenes…como me tranquiliza a la vez darme cuenta de eso, que gran poder de la palabra hay detrás de aquel “Hay que prepararse para ser alguien en la vida”, por eso muchos están dando lo máximo por hacer y tener, pues suponemos que Ser es equivalente a hacer, porque ha sido insuficiente la impecabilidad para dar claridad a nosotros mismos y los demás sobre el sentido y significado del ser.

Somos seres convertidos en quehaceres…que hacer lo uno, que hacer lo otro, que no hacer tal y no hacer lo otro.

Por eso hoy conscientemente acuerdo conmigo y con el mundo en Ser y formar mi ser, en encontrarme con los ojos de una niña o niño y mientras acaricio su mano, preguntarle qué quiere ser como persona, qué cualidades, características, valores y actitudes tiene y desea; también acuerdo que ante el cuestionamiento a un adolescente sobre su proyecto de vida, mirarlo y preguntarle antes qué destaca de si, cómo es su ser, qué quiere ser y luego de muchas respuestas quizás para muchos ambiguas o improductivas, preguntar con sutileza ¿Y qué quieres hacer para llegar al ser que deseas ser?.

Así, hoy me pregunto y le preguntarÉ a otros a pesar de ser ya grandes, ¿qué quiero ser…qué quieres ser?...lo único que sé, es que hoy decido ser un Ser que ama el Ser.

Jessica Suescún Díaz =)