martes, 22 de marzo de 2011

Del rey y la silla “sagrada”

Retomando la historia de la película “el discurso del rey”, hay una escena que me llamó mucho la atención por su simpleza, pero contundente significado. Previos preparativos para la coronación del rey George VI de Inglaterra, se encuentran ensayando el discurso de posesión como monarca él y su terapeuta de lenguaje Lionel Logue, en la tradicional e histórica iglesia La Abadía de Westminster, donde se celebran las coronaciones y entierros de los monarcas ingleses. En ese lugar está la silla de coronación, en la que sólo se han sentado los monarcas de Inglaterra, pero en un momento de discusión entre el rey y Logue, éste último se sienta en esa silla; al verlo Jorge VI, se escandaliza tratándolo de irrespetuoso e irreverente ante los símbolos sagrados de la monarquía inglesa, sin embargo, de manera muy calmada Logue le responde que tan sólo es una silla y que a pesar de los años no ha dejado de ser más que una silla[1].

Para mí el mensaje de la escena es claro, nuestras representaciones mentales hacen las diferencias, determinan conductas y nos hacen más o menos libres. Podemos hacer de un objeto muchas representaciones, pero el objeto no deja de ser ese mismo objeto por las representaciones que le imprimamos, como tampoco los actos o tradiciones dejan de ser lo que son por el imaginario que tengamos de las cosas. En el caso del rey, el que Logue se sentara en esa silla sagrada para él, no iba a cambiar nada de lo que ya había sido y del transcurso que seguiría; si algo podía cambiar ese acto, sólo sucedería en el pensamiento del rey. Éste a su vez, se bloqueaba estando sentado en esa silla, porque antes que verse asimismo ahí, en ese momento como rey, continuaba viendo a sus antepasados reales que ya no existían en ese lugar que ahora a él le correspondía.

El rey sólo pudo superar su problema de comunicación en el momento en que reconfigura su mapa mental y se reconoce asimismo como parte de ese mapa, no como súbdito de el mismo.

En este sentido la programación neurolingüística (PNL), nos ayuda a reconocer los estados mentales en los que nos encontramos, para comprender que las representaciones que nos hacemos sobre el mundo, son percepciones humanas programadas, los que nos posibilita el cambio o transformación de los patrones de comportamiento que habituamos.

¿Cómo queremos ver la silla y qué queremos ver en o de ella? Como sea seguirá siendo una silla.



[1] Nota: Esta es mi interpretación de la escena, las palabras que uso para contextualizar el diálogo no corresponde literalmente a la película.

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